Testimonio: Ser misionero hoy

Idoia Makazaga, misionera de Misevi con destino en Hunduras, nos regala una reflexión personal sobre sus vivencias en la misión, a modo de testimonio:

SER MISIONERO HOY

La vida y sus circunstancias parecen exigirnos grandes logros, implicaciones espectaculares, compromisos de supermujeres y superhombres, así lo sentimos, escuchamos, vemos… en tantas ocasiones. Nos recuerdan que se espera que seamos las mejores estudiantes, las mejores hijas, las mejores trabajadoras, las mejores amigas, las mejores mujeres… y al mirar estos videos puede que pienses eso mismo: uau! Qué pasada! Esta gente es super…

¡Borra eso de tus ideas!

Hace apenas unos días me lo recordaba Ana, una compañera de Misevi, con la que estoy deseando encontrarme y darle las gracias, ella escribía: “…mi presencia aquí, difícilmente podrá sacar a nadie del desierto en el que se encuentra, pero me gusta pensar que Dios nos ha llamado a Patuka para hacer grietas, que si no es ahora, con el tiempo dejaran pasar un poco de luz”.

Y esto, con estos parámetros de exigencia y expectativas ¿cómo? ¿Ser lo” más” en medio de lo “menos” haciendo lo “más” para tan solo tratar de… “hacer grietas”?

No sé cual es la formula pero intuyo que hay que combinar con exquisito equilibrio actitudes de humildad, confianza, esperanza… para sacar sin pereza ni excusas nuestros talentos, dones, cualidades, competencias, capacidades… y ponerlos a disposición de la realidad, una realidad que nos exige conocimiento, colaboración, interdependencia…

También quiero invitarte a leer los artículos de Lucía Ramon (Mujeres de cuidado. Justicia, cuidado y transformación) y José Laguna (Hacerse cargo, cargar y encargarse de la realidad. Hoja de ruta samaritana para otro mundo posible) ambos en Cristianisme i Justícia pues me han sugerido propuestas interesantes para incorporar a mi vida y quiero confesarte, estoy en ello. Me gustaría que las conocieras y apostaras por esta invitación a hacer posible lo que parece imposible.

Por ejemplo articulando y favoreciendo un estilo de vida local y global de Vida Buena y Buena Vida donde prevalezca la justicia, el cuidado, la equidad, la reciprocidad, la transformación, la confianza, la gratuidad, la abundancia de corazón, la alegría, la responsabilidad, la generosidad, el sentido, el cariño, la esperanza, el consuelo… en los nuevos contextos sociales descubriendo que estamos ligados, unos a otros de forma indisoluble y por lo tanto ob-ligados desde lo hondo, desde lo profundo.

La invitación insiste en:

  1. Hacerse cargo de la realidad
  2. Cargar con la realidad
  3. Encargarse de la realidad
  4. Dejarse cargar por la realidad

Y todo esto se hace aún más posible, más creíble en distancias cortas, en el día a día, en relaciones donde se suda y camina cerquita, por eso sigue siendo necesaria la presencia de los misioneros y misioneras desplazados a los diferentes contextos de pobreza, tu colaboración es importante pero tu estilo de vida es fundamental. ¡Piénsalo y actúa!»

Escrito por Idoia Makazaga

Nosotros no nos imaginamos una Misión, sin misioneros. Por ello te invitamos a apoyar económicamente la labor de Idoia en Honduras, y del resto de misioneros voluntarios de la entidad en sus distintos destinos. Puedes hacerlo desde este enlace: http://bit.ly/MiseviMicroproyecto0